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sábado, 17 de septiembre de 2011

SONIC YOUTH EN LIMA




El espacio sonoro en el que nos movemos actualmente no existiría si no fuera por Sonic Youth. Desde su formación en Nueva York, allá por 1981, la banda de Thurston Moore, Kim Gordon, Lee Ranaldo y Steve Shelley ha enriquecido el mundo de la música al difuminar, de forma desconcertante, la frontera entre el rock y el avant garde, entre la industria discográfica y los ideales subculturales más radicales, entre la cultura pop y lo que podríamos llamar el mundo del arte.
Su influencia no se encuentra únicamente en la manipulación de los instrumentos básicos del rock para crear inusuales texturas de armonías inescrutables (Radiohead no existiría sin ellos, así de simple), ni tampoco en la avezada temática marginal de adolescentes alienados y volátiles que plasmaron en sus mejores discos (de ahí salió Nirvana, por si acaso), sino en esa actitud beligerante con la que asumieron el negocio de la música, firmando contratos con grandes casas discográficas (como Geffen) sin dejar de editar arriesgados discos de corte experimental en sellos prácticamente desconocidos.
UNA BANDA DEFINITIVA
El grupo, que en la Lima de los años 90 fue venerado como un ídolo secreto por un pequeño grupo de seguidores, fue creciendo a lo largo de los últimos diez años gracias, en primer lugar, a la gran discoteca universal que puso a nuestra disposición Internet. Y, en segundo, a las bandas que de, alguna u otra forma, delataron la influencia que Sonic Youth ejerció en ellas. Hablo de Beck, Radiohead, Pavement, Strokes, Yeah Yeah Yeahs, Battles, por nombrar solo algunas.
El hecho de que lleguen a nuestro país por primera vez nos pone en una situación privilegiada. Se trata de una banda clásica, pero no arteriosclerótica como Yes o Supertramp. Se trata de una banda fundacional, pero no de un mundo muerto hace más de treinta años, creado por McCartney o Elton John, sino del que respiramos día a día, donde su influencia es permanente. Se trata de una banda que no viene alentada por una estrategia de márketing, como los Jonas Brothers, sino por su propia obra y el valor artístico que la sostiene.
Por otro lado, la banda viene renovada por varias razones. Después de un cambio de siglo en el que su propuesta se vio debilitada por proyectos solistas y la tentación de realizar varios discos en homenaje a músicos de vanguardia como Yoko Ono y John Cage, los últimos tres años han sido especialmente intensos gracias a la edición de dos discos excelentes (“Rather Ripped” y “The Eternal”) en los que recuperan la fiereza y la inmediatez que tuvieron a finales de los 80. Eso, y el hecho de que cumplan 30 años justo este 2011 es como para celebrarlo a lo grande.
Más información:
Lugar: Explanada sur del Estadio Monumental.
Día y hora: Jueves 10 de noviembre, 9 p.m.
Entradas: En Teleticket de Wong y Metro, desde el 21 de setiembre.
Descuentos con tarjetas BBVA.

Fuente El Comercio

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